lunes, 26 de abril de 2010

El horizonte judicial de Camps "preocupa" a la dirección del PP

Cuando mira hacia la Comunitat Valenciana, la dirección del PP contempla un horizonte muy negro. Se barrunta nueva tormenta del caso Gürtel. Después de la salida del ex tesorero Luis Bárcenas, ahora todos los ojos se vuelven hacia el president de la Generalitat valenciana, Francisco Camps.

Los conservadores van descontando los días que quedan para el 12 de mayo. Entonces se sabrá si el Supremo reabre o no la causa por un delito de cohecho impropio. El alto tribunal decidió finalmente admitir a trámite los recursos que la fiscalía y el PSOE valenciano presentaron tras el cerrojazo que hace ocho meses echó el juez De la Rúa.

Si resuelve seguir adelante, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana se verá obligado a iniciar los trámites para que un jurado lo juzgue por haber recibido de la trama corrupta trajes por valor de más de 12.000 euros.

Un escarnio público que, según varios dirigentes del PP, le llevaría a presentar automáticamente su dimisión. Consideran que la situación sería "insostenible" y la presión "brutal". "Si eso ocurre, está muerto políticamente", confirman varias voces desde la cúpula nacional. Reconocen que existe una gran "preocupación" por el futuro de Camps. "Sería un terrible problema institucional", admiten. Y confiesan que aún no saben muy bien cómo reaccionar si se tuercen las cosas: "No hay plan B".

De momento, el PP mantiene su discurso sobre tres pilares: no hay nada nuevo, no hay imputados y el PSOE ha activado una "cacería". Pero en la sede nacional saben que todo está en el aire. Y así lo reconoció implícitamente la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, cuando el lunes pasado le preguntaron si Camps era el mejor candidato. "Hoy por hoy lo es", dijo marcando los tiempos.

domingo, 11 de abril de 2010

Jaime se enfada cuando le llaman Jaime




Tras criticar públicamente a los fiscales anticorrupción por citarle como Jaime Matas, el ex president se dio de bruces con el juez, que le hizo leer en pie y ante toda la sala hasta seis documentos del propio Jaume-Jaime en los que se identifica a sí mismo como "Jaime Matas Palou"


Matas nunca se había visto en una igual. Pónganse en situación. Imaginen a un ex president del Govern sentado ante el tribunal. Imaginen más. Verán a Matas, una silla y poco más. Apenas los tres metros de espacio desnudo que le separan del rostro ceñudo del juez Castro. A derecha e izquierda, los fiscales anticorrupción y los abogados del ex ministro del PP. Detrás una sala pequeña repleta de letrados. Todos a la espera. Todos expectantes. Todos cansados tras dos días de interrogatorio trabado, severo, profundo. Implacable.

Rompe el silencio la voz de un juez de tono grave e intención mordiente: "A ver, usted, Jaume o Don Jaume. Venga aquí". Y Jaume o Don Jaume va. Abandona la silla, cabeza gacha y mirada baja para ponerse ante el magistrado del caso Palma Arena. "Lea lo que pone aquí". "Jaime Matas Palou", lee el aludido ex president con los ojos clavados en el papel. "Ahora dígame lo que pone aquí". "Jaime Matas Palou", repite el ex sin levantar cabeza. "Y ahora, aquí. ¿Reconoce este escrito? Es suyo. Lo digo porque no quisiera ser irrespetuoso hacia estas islas y bautizar a nadie con un nombre que no tiene. Soy muy respetuoso y quiero mucho a esta tierra. Así que, ¿puede decirme qué nombre se pone usted mismo, señor Matas, en este documento?". "Jaime Matas Palou", concede cohibido el propio ex ministro poliimputado. "¿Se autolesiona usted cuando se titula a sí mismo Jaime? Pues lea el nombre que se pone aquí, aquí y aquí". "Jaime Matas, Jaime Matas, Jaime Matas", reza en voz queda el ex president, la cabeza siempre gacha.

Y sigue el juez, poco dispuesto a dejar pasar las acusaciones "inoportunas" del ex president contra la Fiscalía por citarle en algunos documentos como Jaime Matas, obviando así su apelativo en catalán. "Mire usted lo que hace este juzgado. Esto es una providencia que hemos enviado a todas las partes. Lea el nombre que pone". Y Matas, mirada en el suelo, lee: "Jaume Matas Palou". "Lea también aquí. ¿Qué pone". "Jaume Matas". "Y aquí en dos ocasiones, ¿cómo le nombra este juzgado?" "Jaume Matas". "¿Y aquí, aquí y aquí, señor Matas, cómo le llamamos?" "Jaume Matas, Jaume Matas, Jaume Matas", concluye el aludido la letanía. Aún de pie. La mirada siempre baja, herido de orgullo."Yo nunca me he quejado del juez... –apunta casi inaudible–Y soy libre de querer que se use el nombre que yo quiera". ¿Se lo niega alguien?, aprieta el magistrado incansable. "Los fiscales anticorrrupción", persevera Matas, modoso cual escolar cogido en falta, pero acusativo. "Ya, y usted no se falta al respeto a sí mismo cuando se escribe Jaime ", zanja el juez. Cortante. Severo. Implacable. Poco amigo de invenciones e imaginaciones en su sala. Así que dejen de imaginar: lo que se relata ocurrió tal cual se cuenta. Y quienes lo contemplaron nunca habían visto a Matas en una igual.

viernes, 9 de abril de 2010

El PSOE cree que Cazorla busca 'un nuevo intento de salir a la escena pública'


Juan Carlos Pérez Navas, viceportavoz del Grupo Municipal Socialista de Almería, considera que la rueda convocada por el ex edil Miguel Cazorla (GIAL), para informar sobre el sobreseimiento de las causas por los presuntos delitos de prevaricación y contra el patrimonio abiertas contra su persona por las obras de los refugios de la Guerra Civil, no es sino ‘un nuevo intento de salir a la escena pública’ de Cazorla.
El socialista considera que Cazorla ‘está en su derecho de resarcirse’ y considera que, si Cazorla es de nuevo una de las caras visibles de GIAL en las próximas elecciones o si incluso va al frente, ‘será mejor para nosotros’.
Después de las exigencias de disculpas, dimisiones y anuncios de querellas y demandas realizadas por el de GIAL a los concejales socialistas, Pérez Navas reitera las declaraciones que ya hizo ayer: ‘respeto a la posición de Cazorla, y acatamos la resolución judicial, que nos es indiferente porque no nos personamos ni llevamos a nuestros abogados; únicamente hicimos nuestra labor y pusimos en conocimiento de la Fiscalía unos hechos que creíamos eran irregulares’.
Entre dichas irregularidades, por ejemplo, se encuentra el contrato con el kiosco Oasis de la Puerta Purchena, objeto de un pleno específico del Ayuntamiento para su regulación.Pérez Navas recuerda que la Fiscalía les dio la razón al trasladar al Juzgado de Instrucción número 4 de Almería este caso y al apelar motu proprio una vez éste se había pronunciado de forma favorable a Cazorla.
Señala además que antes de acudir a la Fiscalía se dirigieron previamente al alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador (PP) para la regularización de la gestión de Cazorla y mantiene que fue el propio Partido Popular el que ‘alentaba, aplaudía y comunicaba los problemas con Cazorla, facilitándonos información que éste no nos daba’.